OPINIÓN: Chale, simbolizó la palabra ídolo
Por Rubén Marruffo Carranza (*)
La muerte de Roberto Chale Olarte acaparó anoche espacios en todos los medios de comunicación, dejando de lado la derrota de la selección en Quito. Palabras más, palabras menos, la noticia contenía pesar, recuerdo, semblanzas y muchas anécdotas. Parafraseando con el título de mi última publicación (Crónicas con Garra), sobre el 'Niño Terrible' podríamos escribir una variada y extensa crónica con pasajes talentosos, divertidos, románticos, traviesos, dicharacheros y lleno de anécdotas.
Seguramente, en las próximas horas y días, se seguirá hablando sobre la vida de uno de los jugadores más cerebrales de nuestra historia. Uno de los íconos de aquella generación de los sesenta y setenta, que a partir de una clasificación mundialista nada menos que frente e Argentina, se supo ganar un espacio y el respeto eterno del fútbol peruano.
Pero, la partida de Roberto Chale Olarte es mucho más que todo eso… con Roberto se cierra el círculo de la palabra ídolo y carisma. Él se ganó un espacio en el santoral crema pese a que tuvo que 'competir' con nombres históricos como Héctor Chumpitaz (extraordinario jugador), José Fernández (el gran capitán de la historia crema), Luis Cruzado (uno de los jugadores más versátiles y completos) o Ángel Uribe (después del 'Puma' Carranza, el jugador con más títulos en la U.
Roberto fue mucho más que un jugador cerebral, talentoso y pensante, sino que tenía además personalidad, desenfado, pinta (buena presencia) y esa cuota de irreverencia necesaria para trascender más allá de las fronteras. Al 'Niño Terrible' lo respetaron y mencionaron grandes rivales como Roberto Perfumo, Carlos Bilardo, Alfio Basile y más.
Pero queremos detenernos en dos palabras: carisma e idolatría. Chale andaba por la calle y la gente, sin importar la edad y club de identificación le expresaba su muestra de cariño y respeto. En 1998, cuando volvió a Universitario de Deportes para ocupar un cargo en las divisiones menores, Armando Leveau y Lalo Archimbaud, dos personajes totalmente identificados con Alianza Lima, acudieron al viejo y querido estadio Lolo Fernández, a expresarle su admiración y cariño a Chale.
"Chale no solo es de la U, es un símbolo del fútbol peruano", me comentó Armando Leveau. Lalo Archimbaud dijo algo parecido. Sin haberlo visto jugar, el elogio de dos reconocidos hinchas de la otra vereda, me bastó para dimensionar la figura de Roberto… más allá que los relatos paternales escuchados en mi infancia, ya me permitían tenerlo muy bien "mapeado y referenciado" en mis conocimientos futboleros.
Por ese carisma también natural fuimos testigos, allá en 1993, cuando después de un clásico máster a beneficio de la Clínica San Juan de Dios, un hincha anónimo le obsequió una cerveza, diciéndole con admiración, respeto y devoción: 'Maestro, permítame tomarme una cerveza con usted…' O también, cuando a la salida de un restaurante en Pueblo Libre, un peruano que se ganaba la vida cuidando autos le dijo: 'yo le cuidé su Volkswagen hace muchos años en San Isidro (aquella vez, Roberto ya se movilizaba en un Toyota color blanco)'.
Cuando una persona adquiere la dimensión de ídolo no solo arrastra afecto, sino que entra en el terreno de las muestras extremas de amor y cariño que al mismo tiempo lo vuelven ‘intocable’ y algunas veces, impune. Roberto Chale dirigió a Alianza Lima en el 2005 y, a pesar de sus declaraciones, la hinchada de la U no dejó de quererlo y aplaudirlo… por mucho menos que eso, Chemo del Solar por poco casi queda fuera del centenario.
A Roberto lo respetaron y admiraron quienes tuvieron la oportunidad de verlo jugar…. Y aquellos que no, habrán escuchado infinidad de historias y anécdotas o visto vídeos (el triunfo de la U en Avellaneda frente a Racing en 1967 y en la Bombonera con camiseta de selección en 1969) para saber lo que fue y lo que representó.
Chale no solo fue un extraordinario jugador de fútbol… fue un personaje intocable, querido y respetado, por quien hoy derramarán lágrimas conocidos y desconocidos. Descanse en paz, 'Niño Terrible'.
(*) Periodista deportivo
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