¡Va con todo! Katerin Olivera quedó lista para Mundial juvenil de pesas
Katerin Olivera aún tiene en la retina el momento en que logró levantar 155 kilos (71 en arranque y 84 en envión, haciendo un total de más de tres veces su peso) y que le valieron para conquistar una de las primeras medallas de oro para el Perú en los Juegos Bolivarianos de la Juventud Sucre 2024, abriendo de esta manera el camino para una destacada participación de la delegación blanquirroja.
Este triunfo la ha encumbrado a lo más alto en su categoría -49 kg. femenina de levantamiento de pesas. Sin embargo, tiene un nuevo reto en la mira que es el Mundial Juvenil (22 al 26 de mayo), por lo que entrena permanentemente en el Polideportivo 2. Su objetivo: darlo todo y lograr otra presea para el Perú.
"El mundial que ya está cerquita, es el 22 de mayo. Es una competencia Sub 15 y Sub 17. Mi objetivo es entregar todo y lograr una medalla para Perú, porque también la competencia es acá en casa”, comenta antes de llenarse las manos de tiza y volver a su rutina.
El entusiasmo de competir en casa, desde la sede Legado Videna, y contar con la barra peruana embarga a esta joven moyobambina, quien ya se perfilaba como una figura en este deporte desde que destacó en el “Open Colombia para el Mundo Sub 15 y Sub 17, así como en la Copa Panamericana Sub 15 y Sub 17” de Levantamiento de pesas. Y si bien destaca por su fortaleza física, pese a su menú figura; lo que la hace gigante es su fuerza de voluntad y su persistencia. Esa que no la abandonó en Sucre el 04 de abril, al obtener la presea dorada.
"Salió como estaba planeado y pude dar mucho más ahí también. Lo hacía para mejorar mis marcas. En los controles no me iba tan bien que digamos, pero sí íbamos con todo”, agrega.
Olivera contó que inició en este deporte por influencia de sus hermanos y continuó por estar con sus amigos; pero destacó porque fue la única que nunca renunció. "Empecé en academia en Moyobamba. Ingresé porque mis hermanos también practicaban este deporte. Iba porque me gustaba entrenar, estar con los amiguitos. Allá éramos como 12. Pero poco a poco se fueron retirando, ya no iban, yo fui la que me quedé".
Actualmente, en Lima, se siente a gusto con las instalaciones que Legado pone a disposición del alto rendimiento deportivo, refiere que en esas condiciones puede explotar todo su potencial como deportista y como ser humano.
“Las instalaciones son muy buenas. Muy diferente a lo que hay en provincias. Los materiales, el establecimiento, el lugar, es muy bonito”, afirma, poniendo énfasis en que la halterofilia es para ella, “felicidad y orgullo”, pero, además ella combina sus entrenamientos con sus clases de Psicología en la universidad, profesión que escogió “para ayudar a las personas”. “Lo bueno es que puedo ordenar mis horarios para estudiar y seguir adelante”, concluyó.
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